Juventud Carmelita Ecuatoriana, Jucae
Perspectiva, Espiritualidad y Relectura
Compilación y adaptación: Juan Arias Luna ocd
Ficha 1:
Perspectiva histórica de
Teresa de Jesús, fundadora del Carmelo Teresiano, preocupada y agradecida a Dios por la velocidad con que crecía el Carmelo, recomendó a sus seguidores fijar la mirada en “aquellos Santos Padres pasados” que iniciaron lo que hoy es la familia Carmelitana, más o menos, estamos hablando de hace 800 años atrás. Venerables y santos hermanos que nos dejaron un estilo de vida y una guía a la que llamamos Regla de Vida.
Pero antes supongo que quieres saber el por qué del nombre de Carmelitas, que tiene, como vas a ver, unas raíces largas y remotas en el tiempo.
Pues bien, el nombre de carmelitas hace alusión a un lugar geográfico muy preciso: el Monte Carmelo, que se asienta, como sabes, en
El Monte Carmelo aparece ya citado en
1.1. El profeta Elías
Pero el nombre del Monte Carmelo va unido, sobre todo, a la figura ardiente del profeta Elias, que nos presenta el Libro de los Reyes. El vive en el Carmelo, en sus cuevas, y desde aquella soledad sale a defender con su palabra encendida la honra y gloria de Yhavé, al que olvidan los israelitas. Y en el Carmelo tendrá lugar el sacrificio que como reto a los sacerdotes de Baal, ofrece el profeta a Dios para demostrar que sólo El es el Señor de la tierra, al que se debe culto. (I Reg. 18). Y en el Carmelo, aprovechando la soledad acogedora de sus cuevas, seguirán viviendo sus discípulos cuando sea arrebatado a las alturas, dejando en herencia a Eliseo su espíritu, como éste le había suplicado. De manera que el Carmelo viene a recordar en la tradición bíblica el lugar de asentamiento y la escuela de los profetas. Como aún hoy llaman a una de sus cuevas, que es centro de veneración de los judíos y árabes.
Y fue, sin duda, esta solera de lugar acreditado para vivir como eremitas lo que atrajo hacia él a numerosos cruzados que, una vez conquistada
El caso es que una numerosa juventud de
1.2. Unidos en comunidad
Al principio aquellos cruzados vivieron desperdigados, como verdaderos eremitas, ocupando las cuevas del Carmelo; pero poco a poco descubrieron la necesidad de agruparse, tanto para su defensa material del acoso de los árabes, como para su provecho espiritual, buscando una vida más ordenada y un gobierno más religioso. De modo que vino a ser primer superior Aymerico de Malafaida, al que luego sucederá otro hombre de prestigio llamado Brocardo.
Y aunque ya tenían libros y doctrina espiritual legada por los padres del Desierto y otros autores acreditados, solicitan al patriarca de Jerusalén, una Regla de vida, ofreciéndole previamente una serie de puntos sobre los que quieren recibir una orientación precisa. Es así como hacia 1209, Alberto, el referido Patriarca de Jerusalén, que vive en la vecina San Juan de Acre, les da una Regla para gobernar aquel cenobio en que se han agrupado los eremitas, junto a la fuente que llaman de Elías, en la ladera misma del Carmelo, en las proximidades de Haifa, donde se dan a la oración constante, al ejercicio de la virtud y el trabajo, a sostener el culto litúrgico y la veneración a María.
Lo substancial de
· Vivir en obsequio de Jesucristo,
· armados de las virtudes teologales,
· en una escucha permanente de la palabra de Dios,
· teniendo en común todas las cosas,
· ejercitando la sobriedad, la abstinencia, el silencio,
· en sumisión humilde al Prior,
· ayudados por el auxilio y la corrección de los otros hermanos,
· compartiendo a diario con ellos
· Dedicados el resto de la jornada a la soledad, al trabajo manual liberador de tentaciones que trae la ociosidad.
Estamos, pues, en pleno siglo XII, y acaban de nacer los Carmelitas.
Pero ya puedes figurarte que aquella soñada paz y aquella vida tan hermosa no durarían mucho en tierra tan amenazada de guerras. Así que pronto los eremitas se vieron en la necesidad de emigrar si querían asentar su vida de quietud y contemplación, lejos de sobresaltos y guerras, y emigraron hacia Europa, de modo que hacia 1238 los encontramos ya asentados por muy diversos lugares como son Chipre, Francia, Italia, Inglaterra. Este paso provocó la necesidad de ajustar su vida a la nueva realidad en que se encontraban. De manera que se convirtieron en una de las Ordenes Mendicantes, que en aquel momento tenían también su nacer en Europa. Y puesto que venían del Carmelo, empezaron a llamarles sencillamente Carmelitas. Aunque el título justo con que ellos se acreditaban era el de Hermanos de
No sé si sabes lo que eso de mendicantes entrañaba propiamente, amén de lo que evidentemente significa. Y es que debían entregarse con solicitud a la predicación, a la extensión del Reino de Dios, por lo que su vida contemplativa comenzó a proyectarse en el apostolado que realizaban.
1.3.
Como era obligado, al asentarse en Europa y para legitimar su actividad frente a los recelos de quienes dudaban de sus derechos y origen, los carmelitas buscaron la aprobación de los Papas, sometiendo
Con el correr del tiempo y por razón de las nuevas necesidades originadas por la vida mendicante, tuvieron que pedir otras aclaraciones e incluso dispensas a algunos puntos de
El asentamiento de
1.4. La casta de donde venimos
El hecho incuestionable es que Teresa de Jesús, nacida en 1515, más de trescientos años del nacimiento del Carmelo en las cuevas del Monte, amaba su Orden y no sólo no se desgajó del viejo tronco, sino que procuró vigorizar sus raíces con nueva savia. Y su constante preocupación no era-otra que ser fiel a lo más original del mismo, reflejado en
Sí, la referencia a los pasados, a esos ermitaños del Monte Carmelo es frecuente y encendida en sus escritos. Y con ella alude tanto al profeta Elías, cuyo celo por la gloria de Dios ella revive; como a los profetas que han seguido viviendo en las cuevas del mismo Monte; como a los que al cabo de los siglos organizan propiamente
Muchos son los institutos y congregaciones que se han formado al calor de
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