jueves, septiembre 07, 2006

Ficha No 2 Espiritualidad de Sor Isabel de la Trinidad

¡Hola!, en esta segunda ficha de preparación para nuestro FESTIVAL 2006 queremos proponerte la ESPIRITUALIDAD de nuestra hermana ISABEL.

OBJETIVO:

Asimilar las líneas fundamentales de la experiencia espiritual

de Isabel de la Trinidad, para tu beneficio personal y de tu grupo.

MIRA

Comencemos desde las bases: ¿Qué es espiritualidad?

Pudiéramos dedicarle mucho tiempo a este tema pero cómo no es el objetivo, sencillamente sugiero que piensen en:

Ø las raíces mismas de tu vida,

Ø en el motivo más profundo que te mueve a actuar,

Ø en lo que realmente eres, sientes, quieres y piensas;

todo esto unido, es lo que llamamos espiritualidad; es decir:

El espíritu con que se afronta lo real,

la historia en que vivimos con toda su complejidad.

¿Qué significa espíritu en la Biblia?

Para la Biblia espíritu significa:

  • vida,
  • construcción,
  • fuerza,
  • libertad,
  • mística,
  • ñeque.

El espíritu no es externo al cuerpo o la realidad concreta, sino algo que es propio, que impulsa, mueve, lanza al crecimiento.

En hebreo la palabra espíritu (ruah) significa viento, aliento, que sopla en todas direcciones dando vida; no es otra manera de vida, es lo mejor de la vida, lo que hace ser lo que se es.

Con tus propias palabras define lo qué has entendido sobre espiritualidad

PIENSA

¿Qué espíritu movía a Sor Isabel?

Al hablar de la espiritualidad de una persona o de un grupo, hablamos, por tanto, de lo más hondo de su propio ser, de sus motivaciones profundas. Por ejemplo: una persona o grupo de personas que se reúnen, según ellas, “a ayudar al prójimo” y se la pasan en reuniones, tés o invitaciones oficiales, en el fondo lo que les motiva es el aparentar, el que los reconozcan, no les importa el servicio ¿Qué espíritu le mueve?... (Saca tus propias conclusiones).

  • En la ficha anterior has podido conocer algo de la vida de Isabel, estoy convencido que ella es un válido ejemplo para los jóvenes de hoy, ya que es sumamente humana y fraterna, se santificó en su tiempo y condición social como joven seglar, siempre abierta a todo lo bueno y a todo lo bello, permaneciendo libre interiormente, viviendo su relación con el Señor en pleno mundo:
  • Reza en una casa normal y corriente o a la vuelta de una esquina.
  • Se encuentra con el Señor mientras viaja, mientras toca, mientras baila o juega al tenis.Se encuentra con Dios cuando ayuda en su casa. Visita a los enfermos.
  • Va a los ensayos del coro de San Miguel. Da catequesis, o asume la dirección de un “Patronato” para los hijos de las obreras de la fábrica de Tabaco, grupo este, para el que inventa un título totalmente original para la Virgen “Nuestra Señora del Tabaco”.

No es una teóloga ni una intelectual, es una joven que quiere vivir su vida desde la profundidad de su ser, que no tiene temor de manifestar su encuentro personal con Dios que la quema por dentro.


¿Qué es lo que le quema por dentro a Isabel?

Son dos cosas las que arden en el corazón de Isabel y se convierten en el fundamento, la base o si prefieres, las columnas de su espiritualidad:

a) Su vivencia del misterio de la Trinidad.

b) Su misión en la Iglesia: ser una constante Alabanza de Gloria.

  1. Su vivencia del misterio de la Trinidad.

Isabel a sus 18 años va descubriendo la presencia trinitaria, sin embargo, no será sino un año después, en el mes de febrero del 1900, en el locutorio del Carmelo de Dijon cuando comprende el misterio de la presencia Trinitaria en su vida. Efectivamente, ayudada por el P. Vallée, dominico, Isabel toma conciencia de lo que los teólogos han dado por llamar la Inhabitación de la Santísima Trinidad en el Alma


La joven Isabel expone sus gracias interiores al P. Vallée quien respaldándose en S. Pablo “¿no sabéis que somos templos de Dios?” (1 Cor. 3, 16) le desvela los misterios de la Trinidad. Después de hora y media, Isabel sale reconfortada y resuelta a dejarse hundir en el misterio insondable de la Trinidad, posee ya una conciencia clara de su vocación espiritual.

A entendido lo que en su vida interior está pasando, ahora comprende lo que siente cuando piensa en Dios o cuando ama a Dios: no le extraña que algunas veces lo sienta como Padre, otras como esposo o compañero de lucha u otras como fuego o fuerza interior. Sabe que está habitada por los Tres.


2.- Su misión en la Iglesia: ser una constante Alabanza de Gloria.

Después de descubrir el misterio amoroso de Dios Trinidad, Sor Isabel prepara su tan anhelado ingreso al Carmelo, que lo realiza el 2 de agosto de 1901. Este período se caracteriza por un crecimiento en el amor a los Tres. Sor Isabel encuentra en el Carmelo un clima ideal para desarrollar su programa de espiritualidad trinitaria. Su historia de carmelita es la historia de un alma sin éxtasis, sin revelaciones, sin milagros, pero hecha oración, soledad, silencio interior, recogimiento y adoración.

Es, probablemente, a finales del 1904, que a través del apóstol Pablo “Dios nos ha predestinado a ser hijos adoptivos para alabanza de su gloria” (Ef. 1, 12). Que Isabel ha descubierto su vocación personal, su manera concreta de servir al proyecto del Reino, como gran pianista no puede dejar de leer su vida desde este don: ser música de Dios; a descubierto su camino, su manera de servir al proyecto del Reino será Alabanza de Gloria de la Santísima Trinidad, vocación personal e intransferible.

Ella lo entiende muy fácil: si en el cielo los que mueren al encontrarse cara a cara con Dios amor, no pueden dejar de alabarlo; en la tierra es necesario hacer lo mismo, ya que el tiempo para ella es “la eternidad iniciada, siempre en progreso”. De allí que su misión concreta será ensayar una eterna Alabanza de Gloria.




T r a b a j o d e G r u p o s


En dos grupos vamos a profundizar lo anterior y a ver las repercusiones que tuvo en su manera de comportarse.


Grupo 1.- Su vivencia del misterio de la Trinidad.

Después de repasar lo anterior completa lo siguiente según el criterio del grupo:

1. Para Isabel ¿dónde habita Dios?

2. ¿En base a qué texto de la Biblia descubre Isabel la presencia de Dio?

3. Isabel ¿diferencia a los Tres o los confunde?

4. ¿A qué se resuelve Isabel después de hablar con el P. Vallée?

5. ¿La mayoría de gente piensa igual que Isabel? anota

En qué es igual En qué es diferente


Grupo 2.- Su misión en la Iglesia: ser una constante Alabanza de Gloria.

Después de repasar lo anterior completa lo siguiente según el criterio del grupo:


1. ¿En qué año ingresa Isabel al Carmelo y en qué se caracteriza ese período?

2. ¿Cuál es su personal vocación?

3. ¿Cuál texto bíblico es el que le descubre su vocación?

4. Para la mayoría de la gente ¿la misión de Isabel es inútil, sin importancia o es realmente

importante? ¿Por qué?

5. Para el grupo ¿cuáles son las misiones o vocaciones más importantes en la actualidad?

¿Por qué?


En plenario se comparte lo reflexionado en los grupos y se destaca lo que se ha dicho


ATRÉVETE


Cada persona tiene una manera de ser y actuar, lastimosamente, muchos no actúan de acuerdo a su manera de pensar, son los que llamamos incoherentes; sin embargo, si queremos progresar, ser mejores o madurar es fundamental que intentemos actuar según nuestros principios. Veamos como Isabel intentó ser coherente entre lo que hacía, creía, sentía y pensaba:

1.Isabel entiende al ser humano como un ser relacional, imagen de Dios:

a. No es un ser cerrado, ensimismado; es un ser abierto a la profunda relación con los Tres.

b. Busca entender a cada una de las Divinas Personas.

c. Busca la unión mística con las Tres Divinas Personas.

d. Isabel escribe:

“Dios es la imagen del alma y Dios debe imprimirse en ella como el sello a la cera, como la etiqueta a su objeto”

Destaca la dignidad del ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios que debe reproducir, como una copia la idea ejemplar que tuvo Dios para el ser humano.

2. Isabel entiende que su bautismo supone que:

a. Dios vive en cada uno (Inhabitación).

b. Somos Hijos de Dios.

c. Miembros de Cristo. (Iglesia)

d. Debemos dejarnos llevar por la Fe, Esperanza y Caridad.

3. Isabel entiende a Cristo como el centro de todo:

a. Cristo es el camino que conduce a la Trinidad.

b. Cristo es la primera Alabanza de gloria.

c. Por lo tanto, quien desee desempeñar esta misión necesita configurarse con Él, asemejarse a Cristo en el ser y en el obrar”.

“Me gusta mucho pensar que lo he dejado todo por Él. ¡Es tan dulce dar cuando se ama! ¡Y yo le amo tanto…, a ese Dios que está ansiando tenerme toda para sí! Siento tal despliegue de amor sobre mi alma… Es como un Océano en el que me sumerjo, en el que me pierdo… Él está en mí y yo estoy en Él. Sólo tengo que amarle y dejarme amar”.

4. Isabel entiende que la Virgen María es el mejor ejemplo:

a. Contempla a María como modelo de nuestra configuración con Cristo.

b. La ve como una auténtica Alabanza de gloria.

c. María anima a configurarse con Cristo porque ella es pura transparencia de Cristo.

5. Isabel entiende la importancia de lo interior:

a. La interiorización es la clave por la que Sor Isabel encuentra su centro vocacional: Alabanza de Gloria.

b. Solamente en la oración y en el silencio es dónde Isabel encontró esa veta preciosa que la llevó a las profundidades de la Trinidad.

c. La oración es apertura permanente a Dios y tiene que realizar el ascetismo del silencio interior para lograr la unidad de su ser.

D E B A T E

Completa lo siguiente según el criterio del grupo:

1. De estas cinco claves con las que vivió Isabel ¿cuál es la más importante? ¿Por qué?


2. La forma de pensar de Isabel es coherente con su forma de actuar ¿En qué se nota?


3. ¿Cuáles son las claves espirituales de los jóvenes de hoy? ¿Existen?


CElEbra

  • Iniciemos orando en silencio las dos primeras estrofas de la Elevación a la Santísima Trinidad de Sor Isabel. (Música instrumental de fondo).
  • En este ambiente de oración y silencio te invito a que leas lo que sigue con mucha atención y que reflexiones sobre lo que te propone la lectura.


Si algún peligro tenemos los humanos de este siglo XXI es el de ahogarnos en nuestra propia superficialidad. Ser como cuerda enrollada en el yoyo de nuestro propio vacío.

Nadie como Isabel nos muestra la felicidad de sentirse habitado por los Tres.

“Pan y circo” o mundiales de fútbol, no podrán satisfacernos jamás.

El vacío clama porque lo llenen.

Y nuestro vacío sólo puede ser llenado de Infinito.

Isabel, joven feliz y comunicativa,

deja un testimonio radiante de la plenitud que Cristo puede ofrecernos.

Si analizamos nuestro interior descubriremos que siempre hay unas motivaciones profundas, un espíritu o espíritus que nos mueven.


Cuál es el espíritu o los espíritus que te mueven, sé sincero y analiza tu vida, tus acciones, tus pensamientos y sentimientos, tu PROFUNDO YO, lo más hondo de tu ser. Hazlo a la luz de nuestra hermana Isabel. (Mira el papelógrafo).

Escribe en una de estas cartulinas cuáles serían los fundamentos de tu espiritualidad, no tengas miedo de ser sincero, cuando termines colócalos “boca abajo” alrededor del cirio.

Terminamos con oraciones espontáneas y recitamos juntos la Elevación a la Santísima Trinidad.

Elevación a la Santísima Trinidad

¡Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro!

Ayúdame a olvidarme totalmente de mi,

Para establecerme en Ti, inmóvil y serena,

Como si mi alma estuviera ya en la eternidad.

Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, mi Dios inmutable,

Sino que cada momento me sumerja más adentro en la profundidad de tu misterio.

Pacifica mi alma, haz en ella tu cielo,

tu morada más querida y el lugar de tu descanso.

Que nunca te deje solo allí, sino que esté por entero allí contigo,

Bien alerta en mi fe, en total adoración y completamente entregada a tu acción creadora.

¡Oh Verbo eterno, Palabra de mi Dios!

Quiero pasar mi vida escuchándote,

Quiero ser toda oídos a tu enseñanza para aprenderlo todo de Ti.

Y luego, en medio de todas las noches, de todos los vacíos y de toda plenitud,

Quiero vivir con los ojos siempre clavados en Ti

y permanecer bajo tu inmensa luz.

¡Oh mi Astro querido!

Fascíname de tal manera,

que ya nunca pueda

salirme de tu radiación.

¡Oh Fuego devorador, Espíritu de Amor!

“Ven a mi” para que se produzca en mi alma

Una especie de encarnación del Verbo:

Que yo sea para Él una humanidad suplementaria

En la que Él pueda renovar todo su misterio.

Y Tú ¡Oh Padre!, inclínate sobre esta pobre criaturita tuya

“cúbrela con tu sombra” y no veas en ella más que a tu

“Hijo el amado, en quien has puesto todas sus complacencias”.

¡Oh mis Tres, mi Todo, mi eterna Bienaventuranza,

Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!,

Yo me entrego a Ti como víctima.

Escóndete en mí para que yo me esconda en Ti,

Hasta que vaya a contemplar en tu luz el abismo de tus grandezas.

Isabel de la Trinidad

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